Introducción
La mastitis canina es la inflamacio´n e infeccio´n bacteriana de los conductos de la leche o de las mamas de perras de cualquier raza.

Durante el embarazo y luego de parir, las defensas de la perra disminuyen, por lo que es más probable que la infección ocurra durante estos períodos.
Más todavía, si sucede durante la lactancia, se corre un alto riesgo de que sus cachorros resulten contagiados al expandirse la enfermedad por la sangre.
Además de sumamente dolorosa, en casos severos de la enfermedad, la mastitis canina puede llegar a provocar la muerte de la perra infectada y/o la de sus cachorros. Por ende, es muy importante prevenirla o, cuando ya se ha presentado, diagnosticarla y tratarla a tiempo.
Síntomas
Los síntomas más frecuentes y evidentes de la mastitis canina son:
- Enrojecimiento de los pezones.
- Hinchazón en los conductos de la leche.
- Pérdida del apetito.
- Endurecimiento de las mamas.
- Agrietado de las glándulas mamarias.
- Fiebre.
- Secreciones de pus.
- Hemorragia.
- Rechazo a los perritos por no tolerar la madre el roce.
Causas de la Mastitis Canina

Las bacterias que con más frecuencia producen esta enfermedad son:
- Escherichia coli;
- Staphilococcus; y
- Streptococus.
El contacto de la perra con dichas bacterias puede producirse por:
- higiene defectuosa;
- infecciones de tipo sistémico; y/o
- pequeñas lesiones en las mamas provocadas por los cachorros al mamar.
Prevención
Para prevenir que la hembra contraiga mastitis canina, es indispensable mantenerla a ella y a su entorno con la mayor higiene posible.

Por ello, es muy importante limpiar sus mamas antes y después de que amamante a sus cachorros.
También debe revisarse las mamas frecuentemente buscando signos de hinchazón o endurecimiento.
Asimismo, es conveniente revisar cuidadosamente a la perra después de amamantar a los cachorros para detectar y desinfectar de inmediato cualquier lesión que pudieran haberle producido estos al alimentarse, por más pequeña que parezca.
Por tanto, la vigilancia concienzuda y frecuente del estado de la hembra, es fundamental para prevenir o, en su caso, detectar oportunamente la mastitis canina.
En este vídeo les mostramos un claro ejemplo de una hembra con mastitis:
Tratamiento
La mayoría de las veces se hace necesario el uso de antibióticos fuertes para tratar la mastitis canina.
Por otra parte, se requiere administrar medicamentos para el dolor así como fluidos para combatir la deshidratación provocada por la fiebre.
Asimismo, en casos muy severos puede inclusive llegarse a la necesidad de extirpar quirúrgicamente las glándulas infectadas.
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